Para los adultos (profesores y padres) es con frecuencia difícil reconocer cuándo un niño está siendo víctima de ciber-acoso. Por tanto podemos dar ante todo algunas recomendaciones importantes: estar atentos y ante la presencia de una sospecha concreta del afectado hablar abiertamente.
Para los maestros, puede ser una señal de alarma el empeoramiento del clima de la clase o la ruptura repentina de amistades. Con no poca frecuencia se convierten en autores personas anteriormente cercanas, por ejemplo debido a una disputa. Conocen muchos detalles íntimos de la persona en cuestión, tienen fotos o videos de la víctima y pueden distribuirlas de modo anónimo. También la exclusión de estudiantes aislados puede ser una indicación de ciber-acoso. Por lo tanto se debe prestar atención además de a las consecuencias nombradas en el punto 3, a las peculiaridades siguientes:
- retraimiento (interno y externo)
- disminución del rendimiento
- problemas de concentracióon
- Alteraciones del sueño
- conductas de evitamiento
- aislamiento -marginación en los recreos, en trabajos de grupo o en el deporte
- inhibirse cuando se discute sobre problemas en el aula
- ausencias, llegando incluso al absentismo escolar