Los desencadenantes y motivaciones para el ciber-acoso pueden variar. A menudo se observan en relación con una historia más larga, o son la expresión de una comunicación perturbada y falta de empatía.
- Descarga (válvula de escape tras agresiones))
- Reconocimiento (Trasfondo: falta de atención en casa - por parte de los referentes personales.)
- Envidia (Aquí también pueden desempeñar un papel las diferencias sociales)
- Demostración de fuerza (Trasfondo: A menudo los adolescentes experimentan en sus familias de origen que los padres disfrutan ejerciendo el poder - la mayor parte de las veces con violencia.)
- Miedo (miedo al fracaso o a ser víctima)
- Aburrimiento (Ausencia de oportunidades recreativas satisfactorias - baja capacidad de afrontar el estrés)
- Fortalecimiento del sentimiento de pertenencia al grupo (La necesidad de pertenencia se disfruta por desgracia con frecuencia bajo el lema "juntos somos fuertes" - cuando uno se une al grupo -"todos contra uno"- y se forma en Internet un grupo de acoso.)
- Conflictos interculturales (También pueden ser desencadenantes de ciber-acoso los conflictos entre distintas nacionalidades o etnias (yasidí - chií) p. ej. dentro de una clase o en el centro escolar.)
- Conflictos en el grupo-clase (los “empollones” son a menudo objeto de burlas fuera de clase)
- Cambio de amistades (Los que antes eran mejores amigos se convierten en rivales - o las relaciones se rompen.)
- Cambio de grupos en clase (nuevos compañeros, nueva composición de clase)
- Divulgación de información personal no deseada (Los niños y adolescentes a menudo no son conscientes del impacto de sus acciones. En parte publican datos personales o fotos/vídeos íntimos de otras personas que habrían estado mejor ocultos en un cajón, sin mala intención)