Conservar la calma: ¡No dejes las dudas sobre ti mismo te dominen! Eres estupendo tal cual eres.
Bloquea a los que te insultan: la mayoría de los proveedores de Internet te ofrecen en tus ajustes la posibilidad de bloquear a las personas que te insultan . Estos ya no podrán ponerse en contacto contigo.
No contestes: No respondas a mensajes que te insultan, pues si lo haces, los agresores se salen con la suya y previsiblemente la cosa empeorará.
Conserva las pruebas: Guarda todo lo que te ha ofendido, sean fotos, vídeos o mensajes, pues eso ayuda a enseñar a otros lo que ha ocurrido. Sirven como prueba en una denuncia.
Habla sobre ello: Cuando tengas problemas, acude a personas que te puedan ayudar, como por ejemplo tus padres, profesores o amigos, en quienes confíes.
Informa sobre los problemas: No aguantes porque sí. Informa al administrador de la red o a la policía siempre que sea ilegal.
Apoya a las víctimas: Si observas que a alguien le están acosando, ¡ayúdale! Advierte al agresor. Si se da cuenta de que la víctima no está sola, con frecuencia abandona el acoso.
Protege tu esfera privada: Ten cuidado con lo que subes a Internet. Datos personales como tu dirección, dirección de de correo electrónico y número de teléfono pueden ser utilizados contra ti rápidamente.
Conoce tus derechos: Nadie puede subir vídeos o fotos tuyas a Internet y mucho menos ponerte en ridículo o insultarte. Cuando el ciber-acoso se agrava, puede tener consecuencias legales para el autor.
Confía en ti mismo/a: Es importante que creas en ti mismo/a. No dejes que nadie te ataque ni tú ataques a nadie.